¿Qué sucede si juntamos una clásica historia sobre brujería y guerreros norteños de la antigüedad y la aliñamos con una dosis de sangre, cuerpos mutilados, músculos, maquillaje y localizaciones diseñadas con ordenador? Si a esto le añadimos tecnología de tres dimensiones y el grandote de Jason Momoa, la ecuación está resuelta: Conan, el Bárbaro 3D. Más